¿Has probado ya nuestro postre estrella? En La Cañada preparamos buñuelos de manzana con nata y helado, un postre ideal para el invierno. Son ideales para rematar cualquier comida, y también los servimos como parte de nuestro
menú de cocido.
Los buñuelos tienen una larga tradición como parte de la cocina mediterránea. La primera sociedad que consumió buñuelos fue la morisca. Sus ciudadanos, gente de medios humildes, que habitaban los territorios del Sur de la península ibérica y ocupaban puestos de trabajo de baja categoría, desempeñaban también el oficio de vendedores ambulantes de buñuelos. En Sevilla y Granada, eran postre típico los buñuelos fritos en aceite cubiertos de miel. Por otro lado, esta especialidad fue adoptada por los gitanos tras la expulsión morisca y perpetuada hasta la actualidad.
Los buñuelos son un postre típico en muchas comunidades autónomas y, sobre todo, durante sus fiestas regionales. Cada territorio incorpora sus propios ingredientes y su propia tradición. Uno de los más conocidos es el buñuelo de viento, especie de fruta de sartén.
En Cataluña, se consumen sobre todo durante la Cuaresma. Los más famosos son los de viento, los de crema y los del Ampurdàn. Se suelen comer como merienda o para acompañar el café después de comer. En la Comunidad Valenciana se hacen buñuelos dulces acompañados de una taza de chocolate, como desayuno típico, aunque también son comunes los salados con bacalao, así como los buñuelos de calabaza. En las islas Baleares, hay buñuelos dulces para diferentes fiestas del año (las Vírgenes, Todos los Santos, Cuaresma, etc.) y, según la ocasión, pueden contener patata o boniato, queso de Mahón, higos secos, etc.
En Madrid y Andalucía, se consumen con especial asiduidad durante la Semana Santa, durante la cual es costumbre que las mujeres los preparen en las casas y los vendan o regalen a los vecinos, sobre todo en los pueblos o pedanías.
Los buñuelos son bastante conocidos fuera de nuestro país En algunos países americanos como Colombia y México los buñuelos se sirven en Navidad; concretamente, en Colombia es habitual prepararlos con una mezcla de huevos, queso molido, harina de maíz y azúcar. En Estados Unidos se le conocen como "orejas/lóbulos de elefante" (curioso, ¿verdad?).
En suma, un postre delicioso y con mucha solera y tradición. ¡Para chuparse los dedos!